Reseña: Mestiza (Covenant #1), de Jennifer L. Armentrout

¡Buenas, buenas!
  Tras unos días desaparecida, vuelvo. Como ya avisé, empieza la época mala, así que iré y volveré cada cierto tiempo. Pero bueno, trasnochadores, ¡que sólo quedan dos meses para la libertad!
  Hoy os traigo la reseña de Mestiza, la primera parte de la saga Covenant, de la autora Jennifer L. Armentrout. Os adelanto que dentro de nada publicaré la edición de Noticias Trasnochadoras de esta autora, con entrevista incluida.

Los Hematoi provienen de la unión entre dioses y mortales; y los hijos de dos Hematois de sangre pura tienen poderes divinos. En cambio los hijos de Hematois y mortales, no. Los mestizos solo tienen dos opciones: ser entrenados para ser centinelas, cazando y matando Daimons o convertirse en sirvientes en las casas de los puros. Alexandria prefiere arriesgar su vida luchando antes que limpiar retretes, aunque puede terminar en los barrios bajos de todas formas.

Hay reglas muy estrictas que los estudiantes de Covenant deben seguir. Alex tiene problemas con todas ellas, pero especialmente con la regla número 1:

“Las relaciones entre sangre pura y mestizos están prohibidas.”

Por desgracia, Alex se siente atraída por Aiden, un sangre pura irresistible. Pero enamorarse de Aiden no es su mayor problema – mantenerse viva lo suficiente para graduarse en el Covenant y llegar a ser centinela si lo es. Si ella no cumple con su deber, se enfrentara a un futuro peor que la muerte o la esclavitud: se convertirá en un Daimon y Aiden será su cazador. Y eso, no es nada bueno.

  Situémonos; para los que andéis un poco perdidos, os dejo la reseña de la precuela AQUÍ, que será bastante útil, ya que no es indispensable y es tan corta que no tiene nada que pueda resultar un spoiler.

  Álex, una mestiza, hija de Hematoi (descendiente de Dios) y mortal, se ve acorralada por una serie de Daimons, o, en otras palabras, bichejosasquerososmatahematois, que, por supuesto, se mueren por tomar un poco del éter de la pobre chica; algo así como su alma, su poder - su fuerza Hematoi. La situación no puede ser peor, y cuando lo da todo por perdido, es salvada por Aiden y un grupo de Centinelas (o, hablando en cristiano, mata-Daimons).
  Así es como Alexandria regresa al Covenant, algo que creía imposible tras haber escapado de él hace tres años por razones que su madre nunca le quiso explicar. Pero ahora todo es distinto. Después de un "pequeño problema", en esta ocasión, Álex vuelve sola, sin ella. Su mayor temor es más que realista: posiblemente, la castigarán convirtiéndola en una simple sirviente de los puros, los Hematoi. Pero todavía reside en ella la pequeña esperanza de ser perdonada por el Decano, y que le permitan seguir con los entrenamientos para, en un futuro, poder convertirse en una Centinela.
   Sin embargo, los problemas son graves; va tres años atrasada. Su salvación será el joven y atractivo Aiden, que se presentará como voluntario para ponerle al día.

Opinión personal (sin spoilers)

  Y sí, señores, como bien predije, este libro me ha gustado lo suyo. Ha estado a la altura de mis expectativas y me ha dejado con ganas de más, además de entretenerme, que era lo importante. La historia de Álex es la mar de interesante, y la verdad es que he disfrutado con esta lectura. No es un libro complejo ni mucho menos; es bastante simple, con una historia sencilla, que consigue enganchar al lector.
 
   Oficialmente puedo decir que conozco a Álex, a diferencia de lo que me pasó en la precuela. Ahora, ya la entiendo, y sé por qué hace lo que hacer. Creo que por lo que más destaca el libro es por la personalidad de la protagonista, incluso por encima de la historia en sí, ya que Alexandria no está por la labor de permitir que su vida sea poco interesante y arriesgada. Gracias a ella, la historia fluye y se desarrolla, es decir, es un personaje con un rol más que esencial y que está bastante bien trazado.
   Puede que sí que haya habido momentos en los que haya pensado "oh, vamos, Álex, no te hagas tanto la malota", pero vamos, por lo general muestra ser un personaje activo, atrevido y bastante cuerdo, teniendo en cuenta lo que está viviendo.
   Y otro personaje que, Dios, no sé cómo describirle, es Aiden. Es sin duda alguna mi favorito, y el mejor construido. L. Armentrout ha conseguido desarrollar a un hombre de los que gustan y hacen falta en historias así. Duro, pero con ese lado tierno que no puede evitar mostrar de vez en cuando; estricto, pero siempre paciente; solitario, pero pendiente en todo momento... No hace falta que me juren que es un descendiente de un Dios, porque me lo creo.
   Los personajes secundarios sí que pueden resultar algo planos en ciertas ocasiones, como bien son los amigos/enemigos de Álex, a parte de Caleb, que me cayó bien.

  La historia en sí, como habréis podido comprobar en la sinopsis personal, es bastante introductoria: nos metemos en Covenant, y en sus rutinas. Con Mestiza aprenderemos un poco sobre este mundillo, y sobre los Hematoi y los Daimon.
  Pero eso no quita algo importante: la acción no cesa en ningún momento. Cada capítulo viene cargado de cosas que ni os imaginaréis, o que tal vez hayáis supuesto, pero sea como sea, siempre hay algo nuevo y distinto. No es un libro completamente linear y recto, y aunque sí que sigue el cauce de una historia básica, encontraremos pequeños desvíos que harán que lo que parecía una historia algo repetitiva se convierta en una caja de sorpresas.

Y una vez, el fallo que le encuentro ha sido la traducción, que ha fallado en varias ocasiones, pero en muchas menos que la última vez. También faltan de vez en cuando algunos puntos,  pero no es nada del otro mundo. Lo que sí me ha llamado la atención de verdad (no digo que sea bueno ni malo) es el uso exagerado de las palabras en cursivas. Debe de ser por el carácter irónico de Álex, pero me ha parecido algo bastante curioso.
   Como dije, leí Daimon en la versión original y me gustó mucho más que la española; el estilo es moderno y acertado, así que si quitamos esos pequeños deslices en la traducción, éste sigue estando bien en la edición española.

  También quería comentar eso de las semejanzas con Vampire Academy. Hace mil (y mil es mil) que no leo el primer libro, que es el único que tengo, y sí, matadme, no me pareció tan maravilloso ni me llamó tanto, pero por lo que puedo recordar, sí que hay similitudes. Una chica que escapa de su destino, un entrenador cañón... Pero, ojo, eso no quite que Mestiza no sea una novela original. Es distinta, y la trama planteada luego ya pierde esos rasgos en común.

  En conclusión, una lectura agradable, muy juvenil, con varios fallitos y bastante introductoria, pero que entretenida y sorprenderá al lector.

Nota final: