Luis Fuentes se ha criado al margen de la violencia de las bandas callejeras que casi acabaron con la vida de sus hermanos. Pero a Luis le gusta el riesgo como a cualquier hermano Fuentes y ha buscado otras vías de escape: como escalar montañas en las Rocosas, o soñar con ser astronauta.
Nikki Cruz vive siguiendo tres reglas en su vida: los chicos mienten para conseguir lo que quieren; no confíes en un chico que te diga “Te quiero” y nunca salgas con chicos que vivan al sur de Fairfield. Hasta que conoce a Luis en la boda de su hermano Alex y, de repente, siente la tentación de romper todas esas reglas.
Ya conocimos al guapísimo y despreocupado Alex Fuentes. Después vino Carlos queriendo seguir los pasos de su hermano. Y ahora tenemos nada más y nada menos que al ya no tan pequeño Luis, algo más sensato pero aún así con ganas de guerra, queriendo comerse el mundo a su manera.
A diferencia de sus hermanos, siempre ha tenido claro que quiere estudiar y tener un futuro, pero para un Fuentes, eso no es incompatible con hacer locuras.
Dos años después de la boda de Álex -sí, sí, se nos casa-, Luis se vuelve a encontrar con la joven Nikki, con la cual tuvo un pequeño altercado ese día.
Pero ahora todo ha cambiado. Ya no son simples adolescentes. Sus vidas son distintas, y aunque nunca se llegaron a conocer demasiado bien, parece que ese último curso en el instituto pretende juntarlos.
Opinión personal (sin spoilers)
Te amé en Química perfecta. Alex fue mi personaje favorito durante mucho tiempo. Hiciste parecer el amor imposible lo más bonito del mundo, tapando todos esos obstáculos y barreras. Y por eso te llevaste ese ocho. Un ocho precioso y rechoncho.
Carlos ya no era Alex, querida. Pero tú insististe, y por eso te llevaste una nota decente. Bajaste, pero aún así era un siete. Me quedé satisfecha, pero bajé un poco las expectativas.
Y señores, tenía que haberla bajado más.
Para empezar, Luis no me ha gustado nada como personaje. Así como Alex me enamoró y Carlos me gustó, Luis me ha parecido malo, una copia barata de Carlos posiblemente. Es plano, con cambios repentinos, y nunca le he llegado a entender.
Va de malote, pero se contradice a sí mismo con su comportamiento en muchas ocasiones. O eres malo, o no lo eres. O tienes sentimientos, o no los tienes. Y punto. Un personaje no puede ir diciendo una cosa y luego hacer otra.
Nikki se salva más o menos, pero tampoco me ha parecido lo más trabajado de este mundo. Me ha dado la sensación de que la autora ha querido ponerse a la altura de los otros hermanos, y que ha intentado seguir en la línea pero aún así innovar un poco. La jugada no le ha salido del todo bien. Está claro que debía de hacer algo distinto para no seguir con la misma historia de siempre, pero ha creado una mezcla muy extraña.
La historia era de esperar. No podía pretender encontrarme con algo distinto porque al fin y al cabo sigue siendo un Fuentes. En otras reseña he leído sobre lo rápido que va, pero la verdad es que a mí se me ha hecho un poco lento.
Me encanta la forma que tiene de escribir Elkeles. Es dinámica y rápida y eso le hace ganar puntos. Ha sido la historia en sí lo que no me ha terminado de convencer, aunque eso ya es cuestión de gustos.
Sinceramente, creo que ha sido el hecho de que aunque La ley de la atracción no me encantase (aunque, como bien he dicho, se llevó buena nota), seguía esperando que mejorase en esta edición. Tenía las expectativas más bajas, sí, pero la esperanza de volver a encontrarme con otro Alex.
Y no, la historia me ha parecido una excusa para terminar con la trilogía. Una forma de atar cabos, con toques muy americanos, y ponerle punto y final. Aunque, como ya digo, eso dependerá de la persona.
Lo que más me ha gustado ha sido reencontrarme con personajes conocidos, viejas "caras" que me han sonado, que me han hecho recordar otros momentos. Cada vez que leo sobre Brittany, por ejemplo, me acuerdo de su historia, y me gusta mucho cómo solapa la autora la vida de los tres hemanos.
Al fin y al cabo, se tienen que cruzar. En ese aspecto, también consigue puntos de mi parte. Sabe que el hecho de que el libro de un hermano termine no significa que no tengamos que volver a verle nunca más.
Y por ello, aunque estaba entre el cuatro y el cinco, me decanto por lo más alto.
Aún tengo pendiente La ley de la atracción, pero La Química perfecta me encantó así que seguramente siga con la trilogía :)
ResponderEliminarGracias por la reseña, un beso.
no parece que este gustando mucho el final de esta saga, ya he leido alguna que otra reseña desfavorable. Quiza cuando me sobre algo mas de tiempo me decida a leer aunque sea el primero,que ese si gusta bastante a la gente. Besos
ResponderEliminarOh que pena que la saga vaya de mas a menos xD
ResponderEliminarbesos!