domingo, 6 de mayo de 2018

Objetos literarios (4) Telepantallas

¡Buenas tardes, trasnochadores!

Espero que hayáis disfrutado de un fin de semana maravilloso. Ya estoy de vuelta en Londres, así que os traigo una sección que en su momento empecé en el blog. Se trata de Objetos Literarios, un apartado en el que hablaré de artefactos curiosos que aparecen en libros. Hoy me voy a centrar en las telepantallas ("telescreens" en inglés) de 1984, una novela que nunca me cansaré de releer y que reseñaré en unos días.



Telepantallas: contexto y uso

Os contaré más sobre la novela en la reseña, pero os hago un brevísimo resumen para poneros en contexto: Orwell nos presenta en 1984 una Inglaterra distópica controlada por un gobierno autocrático que limita las libertades de la sociedad a través del miedo y del control constante.

Uno de los métodos de control clave en 1984 es el uso de telepantallas, que son monitores con dos funciones: por una parte, son televisiones que emiten propaganda del partido; y por otra parte, sirven para controlar las actividades de la sociedad, ya que cuentan con micrófonos y cámaras. La Policía del Pensamiento, que se encargar de detectar a la gente que está pensando en cosas que podrían poner en peligro el régimen, controla todas estas pantallas y micrófonos.


¿Cómo puedes saber si estás siendo observado?

No lo puedes saber. Y eso es lo que más miedo da.

En 1984, el protagonista, Winston, teme que le estén controlando a través de las telepantallas hasta tal punto que se fuerza a gesticular de cierta forma para que su lenguaje corporal no refleje lo que piensa, puesto que es así como la Policía del Pensamiento detecta a los enemigos del Estado. El lector puede creer que Winston está reaccionando de manera exagerada hasta que, en un momento dado, mientras el protagonista está haciendo el ejercicio diario obligatorio, siguiendo las instrucciones de una monitora a través de la telepantalla, la misma instructora se dirige directamente a él y le anima a que se esfuerce más. 

Este método de control nos puede recordar al "panóptico" de Bentham, una construcción especialmente útil para las cárceles. Descrito de forma muy simple, una cárcel con la estructura del panóptico tiene forma de donut. Las celdas están situadas en el bollo. Luego, en el centro del donut hay una torre circular. Los reclusos, desde sus celdas, no pueden ver quién está dentro de la torre, cuánta gente hay, ni si les están observando. Sin embargo, aquellos dentro de la torre pueden controlar a todos los reclusos a la vez. Esto obliga a los reclusos a comportarse bien las 24 horas del día, puesto que nunca saben si están siendo observados. Las telepantallas son, por ello, una especie de panóptico tecnológico.

Y la sociedad actual, con la televigilancia o la posibilidad de hackear los ordenadores y controlar lo que hacen otros, lo es también.



¡Nos leemos pronto!

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