viernes, 27 de abril de 2018

Como la vida misma (1) Fake news

¡Buenas tardes, trasnochadores!

Hoy os traigo una sección nueva, "Como la vida misma", que me apetecía estrenar pronto, así que mi impaciencia no me ha permitido esperar mucho más. En esta sección tocaré temas de actualidad, y miraré qué novelas e historias han tratado temas similares. La idea es que las novelas no estén basadas directamente en estos sucesos recientes, sino que sean previas y que puedan recordar a lo que está sucediendo en la actualidad - que, de alguna manera, hayan predicho lo que iba a suceder. 

Como politóloga y amante de la literatura a la vez, suelo relacionar las cosas que suceden en el mundo con las novelas que he leído. Esta sección, por supuesto, será absolutamente neutral y no tocará ningún tema que pueda estar relacionado con un partido o una ideología específica.

El tema de hoy va a ser "fake news" (noticias falsas). Según la Universidad de Michigan, no existe un único significado, y se ha interpretado de distintas maneras. En términos muy generales, el "fake news" se refiere, como bien sugiere el mismo término, a las noticias falsas que se han basado en datos, fuentes y hechos que no se pueden verificar. 

¿Por qué se ha popularizado tanto este término?
Siempre han existido y difundido noticias falsas y bulos. ¿Por qué está utilizando este término todo el mundo a día de hoy? Un periodista de la BBC recientemente mencionaba la importancia de un caso que supuso un antes y un después, y que, en cierto modo, empezó a popularizar el uso del término. Hace dos años, en un pequeño pueblo de Macedonia, varias personas crearon páginas webs donde difundían noticias falsas sobre Hillary Clinton. Tras ser compartidas por cientos de miles de estadounidenses, las páginas webs empezaron a generar grandes cantidades de dinero, y los habitantes de este pequeño pueblo continuaron usando esta técnica para poder incrementar sus ingresos. En otras palabras, mientras que toda la vida ha existido información falsas, la combinación del uso de algoritmos en las redes sociales, la posibilidad de llegar a un público tan amplio, y la disposición de muchos de inventar información para conseguir dinero fue un cóctel bastante explosivo. Este término se usa de manera casi diaria en los medios de comunicación, y son muchos políticos los que lo incluyen en sus discursos e incluso tweets. 

¿Se aplica solo a nivel político?
No, y es muy importante aclarar esto. Mientras que las noticias sobre políticos utilizando el término, o sobre cómo estos suelen ser afectados por información falsa suele acaparar los medios de comunicación, es esencial aclarar que no solo se aplica a nivel político. El "fake news" sirve para denominar los bulos y las mentiras que se difunden, sean del carácter que sean. Teniendo en cuenta la rapidez con la que un rumor puede circular debido a las nuevas tecnologías, este tipo de "fake news" ha resultado particularmente preocupante para muchos. No exagero si digo que todos aquí hemos recibido alguna vez un mensaje por Whatsapp sobre sucesos que no podemos corroborar. Sin ir más lejos, el otro día circulaba una noticia sobre la presunta paliza que le había dado un joven a una anciana, y se adjuntaba una imagen del joven. Ha resultado ser un bulo que, según detalla una noticia publicada recientemente, ha tenido una gran repercusión en su familia. 

A continuación, he seleccionado algunas obras que, sin darse cuenta el autor de la repercusión que iba a tener el tema, están relacionadas con el fenómeno del "fake news". Como bien decía al principio, el objetivo de esta sección no es recomendar libros que abarquen el tema elegido, sino hablar sobre novelas que estén relacionadas con esto.


"Fake news" como arma política


Obligatoriamente tengo que empezar con 1984, de George Orwell. Publicada en 1949, esta es una de las novelas distópicas más importantes de la historia de la literatura (y el libro que me estoy releyendo ahora mismo).

En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.

En esta historia, el protagonista tiene que, literalmente, borrar la historia y moldearla según los intereses del gobierno. Sin duda alguna, te hace pensar no solo sobre el control que puede tener el estado, sino sobre la facilidad de manipular lo que cree la gente. Si lo pensamos bien, gran parte de la información que obtenemos la conseguimos a través de periódicos y otros medios de comunicación. No tenemos tiempo de comprobar hasta qué punto es cierto lo que estamos leyendo. Visto así, es muy fácil meternos ciertas ideas en la cabeza -ideas que no tienen por qué ser veraces- o incluso reescribir la historia. 

La magia de 1984 es que Orwell va más allá, y crea nuevos términos que, junto con el "fake news", consiguen manipular la opinión pública. Entre ellos, está  la "neolengua", un lenguaje creado por el partido que gobierna, que pretende deshacerse de las palabras y las expresiones que puedan perjudicar o debilitar su control, borrando así las ideas que comunican estas palabras de la mente de las personas. Esto, por supuesto, no está directamente relacionado con el "fake news", pero lo complementa para controlar a una sociedad mal informada y engañada.

"—Aprendes muy despacio, Winston —dijo O’Brien con suavidad.
—¿Cómo puedo evitarlo? —sollozó.—¿Cómo puedo evitar ver lo que está frente a mis ojos? Dos y dos son cuatro.
—A veces, Winston. A veces son cinco. A veces son tres. A veces son todo eso a la vez. Debes esforzarte más. No es fácil alcanzar la cordura."

1984, George Orwell

En este historia, el "fake news" se crea y se destruye de manera explícita. Muchos, como el protagonista, son conscientes de este proceso. Es decir, Orwell presenta un mundo abiertamente autoritario, dominado por el miedo. Huxley, a diferencia de Orwell, nos presenta otro tipo de mundo completamente distinto, pero que da el mismo (o incluso más) miedo.


La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.

En Un mundo feliz, la sociedad vive en un estado de comodidad absoluta. Mientras que en 1984, la verdad está prohibida, en Un mundo feliz, la verdad se convierte en algo irrelevante. Estamos expuestos a tanta información que nos convertimos en seres pasivos que adoran las soluciones fáciles, pero a la vez las cosas llamativas.

"Uno cree las cosas porque ha sido acondicionado para creerlas."
Un mundo feliz, Aldous Huxley

En este contexto, no es de extrañar que exista el "fake news" en el mundo en el que vivimos. Nos gustan las noticias que llamen nuestra atención, que nos entretengan - que, en cierto modo, nos den morbo. La obra de Huxley nos puede ayudar a entender nuestra sociedad mediante su distopía, que irónicamente refleja lo que somos.

"Fake news" como arma social


La siguiente obra que podría resultar interesante es Paprika, de Yasutaka Tsutsui. Esta obra inspiró a Christopher Nolan, el director de la película Origen (Inception).

En el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio está en desarrollo una tecnología que permite introducirse en los sueños de los enfermos mentales y modificarlos como forma de terapia. Cuando se destapa un siniestro y enloquecido complot para hacerse con el control de dicho Instituto, se inicia una lucha que tendrá dos escenarios muy distintos, la realidad y el sueño.

Si fuese posible infiltrarse en los sueños de otras personas y cambiarlos para meter información distinta, ¿cuánto tardaría el ser humano en aprovecharse de esto y usar esta táctica para fines poco éticos? Estoy segura de que poco. 

Este libro no trata en sí sobre el uso de "fake news", pero la idea de modificar de manera científica lo que siente y piensa la gente es sin duda metafórico de lo que sucede a día de hoy. En el caso de Paprika, quien tenga el control del Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio, tiene a su vez el poder de tergiversar las opiniones de la gente a través de pequeños cambios en los sueños. Mi pregunta es la siguiente: ¿hasta qué punto se diferencia el IIP de los medios de comunicación más grandes del planeta? 

"¿No crees que los sueños son parecido al Internet? En ambos casos se trata de espacios donde la mente, conscientemente reprimida, se puede desahogar." (Traducción propia)
Paprika, Yasutaka Tsutsui

¡Noticia bomba! (Scoop en inglés) también ha sido una novela muy comentada en los medios de comunicación internacionales recientemente, ya que refleja muy bien cómo funciona el mundo periodístico a día de hoy. Esta comedia de Evelyn Waugh fue publicada en 1938. 

Lord Copper, un magnate de la prensa de Fleet Street, se enorgullece de su olfato para descubrir talentosos reporteros. Sin embargo, a causa de una confusión de apellidos, envía a «cubrir» la guerra civil en una república africana a uno de los periodistas más improbables para tal misión. A partir de ese equívoco, Evelyn Waugh se lanza a una feroz y desopilante sátira sobre el mundo del periodismo, los enviados especiales, la información, la desinformación y la confusión...

¡Noticia bomba! trata sobre la prensa sensacionalista y el afán de los medios de comunicación de buscar las noticias más alarmantes y llamativas. En el proceso de conseguir esto, no importa mentir, ni inventar historias falsa, pensadas ya de antemano por los jefes. Considerado un clásico británico, esta obra es sin duda un reflejo de la situación actual que vivimos.

"Una noticia es aquello que le importa a un tipo al que nada le importa apenas
¡Noticia bomba!, Evelyn Waugh


El caso de Manuel Bartual


Antes de terminar, me gustaría comentar el caso del dibujante y escritor Manuel Bartual, que hace poco más de un mes publicó la novela El otro Manuel, basada en una historia que el verano pasado narró en Twitter. La novela no tiene nada que ver con el "fake news", pero la historia que la rodea sí, y es un caso extremadamente interesante que nos ha enseñado mucho sobre el poder del internet, y la capacidad de convencer a la gente de que algo es real, cuando en realidad no es cierto.

Una noche cualquiera, rodeado por las cajas de su reciente mudanza, Manuel hace un pedido de comida a domicilio, pero no recibe lo que ha solicitado. En su lugar le entregan la cena de Alicia, una vecina del barrio que a su vez ha recibido la cena de Manuel y a la que conocerá gracias a esta confusión. Lo que parece un hecho sin demasiada importancia será el detonante de los días más extraños en la vida de ambos, hasta el punto de convertirse en los protagonistas de un misterio en el que descubrir la identidad de quien está detrás de todo lo que les está pasando será la menor de sus preocupaciones.

El año pasado, el autor publicaba en su cuenta de Twitter lo que, aparentemente, le estaba sucediendo de vacaciones. Este microrrelato trataba sobre el encuentro con su supuesto doble. Dicho hilo fue retwitteado más de sesenta mil veces, y lo sorprendente fue el número de personas que de verdad se creyeron todo lo que se estaba narrando. Manuel Bartual recientemente reflexionaba sobre lo sucedido en una entrevista, y comentaba lo siguiente: "Fue gracioso ver el umbral de credibilidad que manejaba la gente. Hubo muchas personas que se lo tragaron hasta el final, no era para nada mi intención pero dice mucho del ser humano. Explica, por ejemplo, el fenómeno de las fake news, la gente no contrasta lo que le llega. Creo que había quienes no querían pensar que era mentira, simplemente."

Y eso es todo por hoy. Para la próxima entrada, tengo pensado hacer la reseña de "Atrévete a enamorarte" (que yo diría que es uno de los peores títulos que he visto en mucho tiempo, pero en fin). Espero que hayáis disfrutado de esta entrada tanto como he disfrutado yo escribiéndola.

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